24 horas de descanso, NO.

1886. 1 de Mayo. Sindicatos. Descanso. No a la esclavitud. Triple 8 para los trabajadores. Los mártires de Chicago. 

Muy bien, todo eso está muy bien. Por desgracia otra historia más sobre la cual desde entonces, tenemos un día más del que poder disfrutar y descansar las 24 horas del día. Un día que es festivo, como tantos otros, en honor a y por respeto a. Sí, a esos trabajadores que lucharon por conseguir el triple ocho. Lo entiendo. Me llena de orgullo y satisfacción. Me llena.

Pero, ¿alguien se ha parado a pensar y a reflexionar algo en el día de hoy? Nooooo, hoy es festivo, hos es el día del trabajador. Día libre. 24 horas libres. (Me responderán)

Bien. Pues yo hoy reivindico el trabajo. Reivindico que la gente pueda trabajar, ya sea autoempleado o sin el auto; autónomo o emprendedor; joven o de mediana edad. Pero que pueda trabajar. Con el triple ocho, por supuesto. Pero, trabajar. 

Trabajar. Trabajo. Unas palabras muy bonitas y anheladas. Esas palabras que solamente sobreviven cuando soñamos despiertos o dormidos, pero solo cuando soñamos. Ah, y cuando las vemos escritas en carteles de manifestaciones o de ofertas basura de empleo. Qué mal me huelen esas ofertas y qué chiste más malo acabo de hacer, pero es mi chiste.

Hoy, 1 de mayo, reivindico mi chiste y reivindico el trabajo. Hoy, 1 de mayo, reivindico el trabajo. Hoy, 1 de mayo, escribo-digo-siento-pienso que ojalá nadie pudiera estar leyendo esto porque tuviera que irse a trabajar o porque ya estuviera trabajando.

Hoy, 1 de mayo, "Día del Trabajo" o "Día del Trabajador", reivindico el triple ocho para la vida de los trabajadores. Pero, dejadme que me manifieste -aquí porque para ir de paseo en masa por la calle voy de botellón o salgo en las procesiones- por el NO a las 24 horas de descanso en la jornada laboral del trabajador. Por el NO a las 8760 horas de descanso anuales del trabajador. Por el NO a las 8784 horas de descanso anuales del trabajador -yo no discrimino a nadie y menos a los años bisisestos-.

Reza el título de este batiburrillo de letras una sencilla frase y yo la aumento como final de tal baile de palabras.

24 HORAS de descanso, NO. ¡VIVA EL TRABAJO!