Si me adentro y me centro en la adaptación, tengo que hablar de una adaptación increíble por parte de su director. Una adaptación buenísima que refleja la sociedad política y civil en la que por desgracia estamos sumergidos actualmente. Una muy buena crítica a la corrupción, a la falta de escrúpulos ya no solo del político si no de la mayoría de los seres humanos. Quiere esto decir que, una obra escrita por Shakespeare y adaptada a la perfección al mundo actual del Siglo XXI, año 2014 con la que todos nos sentimos identificados, significa que cuando de poder y privilegios se habla, cuando de dinero y status se habla, la sociedad nunca tuvo límites ni escrúpulos: siempre fue igual. ¿Diferencia? La era en la que vivimos todo acaba por salir a la luz. Antiguamente no pasaba ni la mitad de las veces.
A la hora de referirme a otros aspectos técnicos y artísticos, recomiendo por completo esta obra ya que no es una pérdida de tiempo el sentarse a verla y disfrutarla. La puesta en escena, la escenografía, la interpretación de todo el rdeeparto y su profesionalidad te hacen sentir como en casa. Conectan con el público de una manera excepcional.
Considero que son muchas las obras de teatro que he ido a ver y, entre otras muchas también recomendadas, esta no es menos. Os recomiendo que no os perdáis la oportunidad de verla. Increíble.
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